viernes, 1 de junio de 2012

Yggdrasil - El Árbol de la Vida



Yggdrasil: Es el fresno sagrado de la mitología nórdica, el sostén
de todo lo existente, el eje del universo. Une los Nueve Mundos de
la universo vikingo, que se organizan a su vez en tres niveles: En el primer nivel se sitúan Asgard (el paraíso de la mitología germánica, donde se sitúa el Walhalla y donde viven los dioses "ases", entre los que se encuentran Odín y Thor, y aquéllos soldados muertos en la batalla), Vannaheim (morada de los dioses "vanir") y Alfheim (el hogar de los elfos); en el segundo nivel Midgard (el mundo terrenal, la morada de los humanos),Jötunheim (la tierra de los Gigantes de Hielo) y Muspellheim (la tierra de los Gigantes de Fuego); y en un nivel inferior Svartalfheim (hogar de los elfos negros, los enanos), Niflheim, una zona sombría y neblinosa, y finalmente Hel, el inframundo.Yggdrasil tres raíces, cada una de las cuales toma agua de un sitio diferente. La primera raíz llega hasta el Niflheim, donde se alimenta del arroyo Hvelgermir, que proporciona el agua de la creación, y es constantemente roída por la serpiente Nidhögg. La segunda raíz toma el agua de la sagrada fuente Urd, situada en el Asgard (el cielo de la mitología nórdica), desde donde tres mujeres denominadas Nornas, tejen los destinos de los hombres, los enanos y los elfos. La tercera raíz da al Jötunheim (la tierra de los Gigantes de Hielo), donde se situaba el pozo de Mimir, de donde surgen el conocimiento y la sabiduría.




Los celtas veían en el árbol no sólo la esencia de la vida sino el recurso para predecir el futuro. Curiosamente, este medio tan primitivo era considerado por los druidas el más eficaz a la hora de establecer un pronóstico sobre el destino que espera a cualquier ser humano. Al observar todo el conjunto del árbol, desde sus raíces que se hundían en la tierra hasta su copa más o menos frondosa, lo que aconsejaban era mantener la vista elevada, permanecer bien apoyado en el suelo y tener en cuenta que la Naturaleza es tan previsora que a un tiempo de caída de las hojas le sigue otro de nieves, las cuales propiciarán la aparición de los mejores brotes. Se habría llegado entonces a la época de fertilidad y del renacimiento de la vida más pletórica.


El árbol articulaba toda la idea del cosmos al vivir en una continua regeneración. Además en él contemplaban los druidas el simbolismo de la verticalidad, de la vida en completa evolución, en una ascensión permanente hacia el cielo. Por otra parte, el árbol permitía establecer una comunicación con los tres niveles del cosmos: el subterráneo, por sus raíces que no dejaban de hurgar en las profundidades que recorrían en la continua necesidad de encontrar agua; la de la superficie de la tierra, por medio de su tronco y sus ramas; y las alturas, a través de la copa y las ramas superiores, siempre reunidos la totalidad de los elementos: el agua que fluía en su interior, la tierra que se integraba en su cuerpo por las raíces, el aire que alimentaba las hojas y el fuego que surgía de su fricción. Los celtas conseguían el fuego frotando hábilmente unas ramas, entre las cuales habían introducido hierba seca o paja.


Para los druidas los bosques eran sus templos en que celebraban sus fiestas rituales y ceremonias mágicas. Cada árbol estaba consagrado a un dios o representaba una virtud. Los árboles tenían gran valor en la cultura celta, por ejemplo el alfabeto druida correspondía a las iniciales de sus árboles tutelares.
Los sacerdotes asociaron cada árbol a una época del año y crearon un horóscopo de 21 árboles. Dos para los equinoccios, dos para los solsticios y los 17 restantes distribuidos en periodos equidistantes y contrapuestos en el calendario; salvo el álamo, que cubre tres periodos.


La persona nacida bajo el reinado de un árbol concreto recibía sus características y protección en la vida.


El Árbol de la Vida es un símbolo muy importante en casi todas las culturas, ya que sus ramas buscan el cielo y sus profundas raíces la tierra, lo cual unifica tres mundos: cielo – tierra – inframundo, la trilogía divina.

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